miércoles, 27 de febrero de 2013

WHAT IS LIFE WITHOUT A LITTLE RISK?

Muchas veces he querido tenerlo todo controlado al detalle. Querer hacer algo tan bien que no lo haces. Pero, de qué sirve tener mil ideas en vuelo por tu cabeza si ni tan siquiera las pones en práctica... Y resulta que la imperfección también es bonita, le da un punto de vista a las cosas y personas que las hace diferentes y únicas. Siempre que se pueda, hay que atreverse a probar y hacer cosas nuevas porque...

¿Qué es la vida sin un poco de riesgo?

La vida es demasiado corta como para vivir constantemente una vida planificada. Me pregunto que qué emoción tiene la misma rutina todos los días, el despertador a la misma hora, el desayuno de siempre, caras repetidas... Nuestra sociedad nos condena a que esto sea así. Unos por motivos de trabajo, algunos de estudio, quizás alguien que esté enfermo en un hospital o en su propia casa... Pero dentro de nuestra propia rutina también se puede innovar. Es cierto que hay que dar prioridad e importancia a nuestras obligaciones, pero esto no quiere decir que tenga que ser las 24 horas de los 365 días del año. Creo que siempre que se quiera o nos apetezca decir o hacer algo, HAY QUE HACERLO. Porque si no, te acabarás aburriendo de vivir y te irás apagando... En cambio, cualquier pequeño detalle que hagamos o nos digan nos hará felices. También pienso que es muy importante dedicarle todo el tiempo posible a nuestros seres queridos, nunca se sabe cuando puede ser la última vez que le digas te quiero a alguien. Vivir es un cúmulo de pequeños placeres.

Amamos los pequeños placeres de la vida porque se vuelven grandes al compartirlos con personas importantes.

A lo largo de los años me he dado cuenta de que los mejores planes son los de última hora. Está claro que pueden salir bien o mal, pero vivir improvisando... ES VIVIR. Tomar decisiones instantáneas, hacer locuras, ser tú mismo y dejarte llevar. Dicen que las locuras de las que más nos arrepentimos son aquellas que nunca hicimos. Y pienso que es muy cierto, ya que lo hecho hecho está y siempre nos dejará una lección. Pero lo que nunca llegamos a hacer o decir siempre hará que quede en nuestra conciencia el "qué habría pasado"... Por eso hay que vivir al límite de lo posible, disfrutar cada momento como si fuera el último, aprovechar cada oportunidad. Ser feliz, llorar, reír, amar, odiar, sentir, reinventarse a uno mismo. Bailar, cantar, gritar, discutir, aprender, enseñar, perdonar, soñar. Derrumbarte y levantarte. Todo esto nos hace crecer como personas.

La vida es un riesgo constante, pero arriesgarse es vivir.



"No lo intentes, HAZLO."

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